Realmente, no hace falta ser un avispado observador para darse cuenta de que, en Ucrania, tanto el gobierno neonazi presidido por Zelenski como los occidentales que le apoyan, están perdiendo la guerra que ellos mismos provocaron. Pero es altamente significativo que ahora Jens Stoltenberg, secretario general de la organización terrorista más grande y sanguinaria del mundo llamada OTAN (a la que también pertenece España), haya hecho ciertos comentarios que no hacen otra cosa que subrayar su derrota.
Stoltenberg ha advertido que los aliados occidentales de Ucrania podrían enfrentarse pronto a noticias desagradables para ellos. El secretario general de la OTAN ha admitido que el bloque militar que lidera es incapaz de satisfacer plenamente la creciente demanda de munición ucraniana.
“Tenemos que prepararnos para malas noticias”, ha expresado Stoltenberg, y ha añadido que “los conflictos se desarrollan por etapas. Pero debemos apoyar a Ucrania tanto en los malos como en los buenos momentos”.
Hace varios días, ya Stoltenberg expresó que Ucrania y sus aliados deben prepararse para combates “largos y difíciles”, al tiempo que recomendó “no subestimar” a Rusia.