El Salvador, ese pequeño país centroamericano, continúa sin ser lo que Roque Dalton quiso que fuera, es más, está en las antípodas de serlo. No estuvo cerca ni con los gobiernos del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), que gestionó el país desde la socialdemocracia, sin un atisbo de voluntad para superar el capitalismo. Y de esos polvos estos lodos, ahora que gobierna un fascista llamado Nayib Bukele. Con este como presidente del gobierno el país ha llegado a un grado de degeneración alarmante. El encarcelamiento de inmigrantes enviados por Estados Unidos es ejemplo de ello.
Sí, muy lamentablemente, “El Salvador será”, de Roque Dalton, aún tiene plena vigencia. Al igual que a otros muchos países, muchos “besos y pólvora” habrá que aplicarle para que al menos se le parezca un poco al país por el que tanto luchó el poeta y revolucionario.