El PP presenta una propuesta al Congreso para dejar claro cuál es su labor en la política: obedecer, ser lacayo del poder. Pide al Gobierno fomentar la libertad empresarial como «valor determinante» en una economía abierta, así como impulsar un marco de «estabilidad institucional» que favorezca el emprendimiento y la inversión empresarial. Casi nada.
El Grupo Popular reclama un impulso a la libertad empresarial en contra de «medidas intervencionistas que lastran el libre mercado y el crecimiento económico», que al parecer -y no nos hemos enterado- el gobierno social-comunista viene haciendo.
También insta el Grupo Popular a defender la propiedad privada como un derecho constitucional y la igualdad de oportunidades.