El informe votado este jueves reitera la «preocupación» de la Eurocámara con respecto al uso de programas como Pegasus por espiar «individuos y personalidades de alto perfil, como periodistas, políticos, ‘bloggers’, defensores para los derechos humanos, políticos y otros actores». En este sentido, subrayan que el uso «ilegítimo» de estas herramientas «afecta a la integridad de los procesos de decisión, minando así la democracia de la UE y poniendo de manifiesto la necesidad urgente de una mayor transparencia y responsabilidad legal hacia la industria.»
De hecho, los parlamentarios califican las prácticas de espionaje «de alarmantes» y advierten que un «abuso» puede acabar afectando negativamente «a los derechos fundamentales, la democracia y los procesos electorales». En la misma línea, la Eurocámara insiste en que hacen falta investigaciones «creíbles» y cambios legislativos para afrontar el problema y, en el caso español, exigen «remedios legales reales» para las personas afectadas. «Escándalos como este dañan la imagen de la UE y hay que dirigirlos, para restaurar la reputación y credibilidad del Parlamento para preservar la confianza de los ciudadanos en las instituciones europeas,» concluye el informe.