Esta no es una buena noticia para quienes, vía sanciones, intentan destruir a Rusia tratando de minar su economía. Las caras largas entre los sancionadores debe ser un hecho.
El PMI manufacturero de Rusia, corregido de efectos estacionales, subió de 52,7 en agosto a 54,5 en septiembre, “la mejora más pronunciada de las condiciones operativas desde enero de 2017”, según la última encuesta de gestores de compras de S&P Global.
En palabras de la misma fuente, “el crecimiento general se aceleró por segundo mes consecutivo y fue notablemente más rápido que el promedio de la serie a largo plazo”.
Al parecer, el empleo, impulsado por la subida de ventas, aumentó a una tasa que no se veía en casi 23 años. Y anuncian que mejoraron, también, las expectativas de producción para 2024.