Los medios de comunicación pertenecientes al Grupo Prisa llevan horas brindando, a través de editoriales, opinión de sus periodistas opinólogos, encuestas que se inventan, tertulianos y demás sujetos pagados, que Yolanda Díaz y sus acólitos hayan llegado a un acuerdo con sus no tan acólitos para ir rejuntados a las elecciones. Un reparto de puestos y provincias que constituían el quid de la cuestión/negociación, ya que el programa se resume para todos: apoyar al PSOE.
La euforia no contenida de Prisa tiene que ver con la posibilidad de que los diputados/as que obtenga Sumar, se los de sin rechistar a Sánchez y acercarse al menos a la posibilidad de seguir gobernando el «progresismo» del que ellos son interesados devotos. En las elecciones se dirime también quien pagará con generosidad la publicidad institucional que tanto bien hacen a las arcas de Prisa (y de los demás emporios mediáticos).
¿No resulta sospechoso que una empresa como Prisa (con el curriculum más anticomunista de la Transición y más felipista y otanico borbónico)?