Nosotros, los Ministros de Asuntos Exteriores de Francia, Alemania, Italia, Polonia, España y Reino Unido, nos hemos reunido hoy, conscientes de que nuestra seguridad común se enfrenta a los mayores desafíos que hayamos presenciado en nuestras vidas.
– reafirmar el papel duradero de una OTAN fuerte y unida como piedra angular de la defensa y la seguridad europeas, que se fundamente en un fuerte vínculo transatlántico y en un compromiso férreo de defensa mutua, así como en un reparto equitativo de las cargas;
– reforzar la OTAN incrementando nuestro gasto en seguridad y defensa, en línea con nuestros compromisos anteriores. Además, reafirmamos que, en muchos casos, será necesario un gasto superior al 2 % del PIB para hacer frente a las crecientes amenazas a la seguridad y cumplir los objetivos de prevención y defensa en todos los ámbitos del área euroatlántica.
– reforzar la seguridad y la defensa de Europa, utilizando todas las herramientas a nuestro alcance, incluido el poder económico y financiero de la Unión Europea y reforzando la base industrial de Europa. Para ello, desarrollaremos el trabajo en la OTAN, la Unión Europea, entre grupos de aliados y con países afines, debatiremos sobre financiación innovadora y eliminaremos los obstáculos al comercio y la inversión en defensa;
– invertir en nuestras capacidades militares críticas, incluida la defensa aérea, los ataques de gran precisión, los drones y la logística integrada, así como en infraestructuras críticas y ciberdefensa, en investigación y desarrollo, y en el uso de nuevas tecnologías;
– mejorar la capacidad de resistencia a la guerra cognitiva y a las amenazas híbridas en Europa, incluso a través de los mecanismos pertinentes de la UE, y promover la resiliencia de nuestras sociedades;
– intensificar aún más nuestro apoyo militar, económico y financiero a Ucrania, al tiempo que acogemos con satisfacción el préstamo de 50 000 millones de dólares del G7 para garantizar que Ucrania disponga de recursos suficientes para el próximo año;
– mantenernos firmes en nuestro apoyo a una paz justa y duradera para Ucrania, basada en la Carta de las Naciones Unidas, reafirmando que la paz solo puede negociarse con Ucrania, con los socios europeos, estadounidenses y del G7 a su lado, y asegurándonos de que el agresor asumirá las consecuencias, también financieras, de sus actos ilegales que violan las normas establecidas en la Carta de las Naciones Unidas;
– seguir disuadiendo a Rusia, frustrando la capacidad de Putin para mantener su guerra de agresión y limitando la acumulación de capacidades militares rusas, incluso mediante medidas restrictivas.