Hace casi nueve años que el Centro de Estudios Sociológicos (CIS) no pregunta por la monarquía. La última vez fue en abril de 2015, hacía menos de un año que Felipe VI era rey y la monarquía obtuvo un 4,34 sobre 10. Desde entonces, ha habido un silencio absoluto que perdura hasta día de hoy. El Gobierno justifica que la ausencia de preguntas sobre si la ciudadanía prefiere una monarquía o una república se debe al hecho de que la forma de la Jefatura del Estado es un “aspecto poco relevante para los españoles”. Desde La Moncloa, esgrimen que el CIS pregunta sobre los principales problemas y preocupaciones de los encuestados y que, en el barómetro de noviembre del 2023, “el porcentaje de los encuestados que consideraba que la forma de la Jefatura del Estado sea un problema en España no llegaba al 1%”. “En consecuencia, esta cuestión en ningún caso aparece reflejada entre los problemas que los ciudadanos identifican como principales problemas actuales de España”, remacha el Gobierno en respuesta a una pregunta parlamentaria por escrito planteada por el diputado de Sumar Nahuel González. En su escrito, González denunciaba que la monarquía es “un anacronismo, una institución obsoleta y antidemocrática, de dudosa utilidad pública y que genera desigualdades sociales”.
El ejecutivo defiende el silencio del CIS afirmando que todos los barómetros preguntan las opiniones de los ciudadanos sobre “los problemas principales que hay actualmente en España” y sobre “los problemas que personalmente afectan más al entrevistado”. Como son preguntas abiertas, los encuestados pueden contestar lo que libremente consideren, cosa que, a ojos del Gobierno, “permite estimar la valoración que sobre la monarquía tiene la sociedad española”. Visto lo visto, en conjunto, “la Monarquía se sitúa en el puesto número 38 de problemas principales de España y en el puesto 52 de problemas personales de los encuestados”.
El argumentario defendido por el Gobierno coincide con los motivos que esgrimió en 2020 el presidente del CIS, José Félix Tezanos, que arguyó que el organismo “no está para preguntar sobre los problemas” del rey emérito porque estos no interesan a los españoles. En una entrevista en TVE, sostuvo que entre las preocupaciones de los españoles, “aparecen 31 problemas más antes de la monarquía”.
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