El intelectual marxista vasco Iñaki Gil de San Vicente fue retenido en la mañana de este miércoles 4 por la policía migratoria, en el aeropuerto de Ezeiza, y obligado a regresar a Europa. Gil de San Vicente había arribado a Buenos Aires invitado por la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), donde iba a dictar una conferencia el jueves 5, y también tenía pautada una gira por el resto del país, según detalló la Gremial de Abogados y Abogadas en un comunicado.
La expulsión de Gil de San Vicente copia la política de deportaciones a capricho de Donald Trump, cuyo gobierno tiene en carpeta un plan para monitorear las redes sociales y opiniones políticas de los solicitantes de visas estudiantiles. Es un atropello de un gobierno reaccionario que persigue a la izquierda y los luchadores, y que instrumentó un Plan de Inteligencia Nacional que traza entre sus objetivos el espionaje de «grupos sociales vulnerables». Un gobierno que intenta liquidar el derecho a huelga por medio de un decreto y que promueve una reforma migratoria que dificulta la radicación y el acceso a la salud de los extranjeros pobres, mientras alienta la llegada de grandes inversores.
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