Para el Ayuntamiento de Donostia (Gipuzkoa), el problema es que se lleven a cabo cenas solidarias para gente necesitada, no que existan personas en condiciones tan inhumanas que, excluidas por el capitalismo, necesiten ayuda.
En 2020 se comenzaron a organizar Kaleko Afari Solidarioak / Cenas Solidarias de Calle (KAS) en Donostia (Gipuzkoa). Hoy preparan y sirven cenas en varios barrios, garantizando así la comida a unas 300 personas, «muchos de ellos jóvenes e inmigrantes», según informaron sus voluntarios.
Las cenas para los más necesitados se han distribuido hasta ahora en Egia, pero un grupo de fascistas se movilizó allí el lunes contra la iniciativa de solidaridad. Entre los movilizados se encontraban concejales del PP. El ayuntamiento accedió a la petición de los fascistas y prohibió las cenas solidarias en Egia, a pesar de que alrededor de 100 personas cenaban en ese barrio gracias a la iniciativa solidaria.
Debido a los recientes ataques, los miembros de la KAS realizaron en la tarde de ayer una manifestación masiva. Han advertido de que la «horrible situación ha aumentado», porque un grupo de redes sociales que reivindica «seguridad» en Donostia ha «apuntado» a las cenas solidarias. «Quieren destruirlos, exterminarlos en nombre de la «seguridad». Según el «discurso del grupo», las cenas solidarias son la «fuente de inseguridad» en las calles.
Mediante un comunicado, la KAS ha informado que han sido «señalados, insultados, criminalizados y amenazados». Y las personas que reciben las cenas han sido «golpeadas y han promovido y realizado mensajes de contraataque».
La protesta del lunes pasado (con concejales del PP presentes) fue la última de esa ola de ataques. Los fascistas estuvieron presentes en el mismo lugar y hora de las cenas de solidaridad. Al enterarse de la llamada, los voluntarios de la KAS tuvieron que servir la cena más temprano, «para evitar cualquier enfrentamiento».
Durante la concentración y «se produjeron enfrentamientos entre las personas que estaban concentradas y quienes los rodeaban». No hubo ninguna solicitud de permiso para realizar la manifestación, pero la policía permitió la protesta, como recordaron en la rueda de prensa.
La KAS hizo varias aclaraciones sobre lo ocurrido el lunes, entre ellas que no «interfirió en la concentración» y que no «pidió una contraconcentración».
En la tarde del pasado 23 de octubre, en el centro de distribución de cenas de Egia, la policía municipal informó a los voluntarios que el ayuntamiento prohibía el reparto de cenas solidarias en ese barrio. «Se les pidió una comunicación formal por escrito, pero respondieron que no. La KAS nunca recibió una notificación formal por escrito, por lo que no sabe cuáles son los motivos de la prohibición», recordó. Sin embargo, al día siguiente, para evitar que se realicen cenas solidarias y hacer cumplir la prohibición del municipio, la policía municipal y la policía de Egia preparó un enorme dispositivo policial.
Además, la KAS subrayó que en los últimos cuatro años se ha reunido varias veces con los servicios sociales del municipio, «para exigir una solución integral para las personas en situación de calle» y para poner sobre la mesa «la solución de un comedor social». Lejos de lanzar iniciativas de este tipo, el ayuntamiento ha prohibido las cenas benéficas organizadas gracias al voluntariado.
KAS también denunció las mentiras de Martín Ibabe, concejal de Seguridad Urbana de Donostia. El concejal afirmó que en cenas benéficas de la semana pasada se «incautaron cuchillos, machetes, pastillas, drogas, etc.», lo que tiene una «conexión directa» con los crímenes. «Queremos refutar completamente esas palabras», dijeron los voluntarios.
También hablaron de las personas que asisten a las cenas solidarias: «Sin comida, son constantemente echadas de los rincones y subviviendas que encuentran y sufren regularmente violencia policial, tanto física como verbal […]. Son personas que han venido en busca de un futuro mejor, y en lugar de recibir apoyo y recursos para seguir adelante, experimentan una exclusión social extrema”.
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