El desalojo es inminente, ya que la orden emitida por el ayuntamiento de Burlata (Nafarroa), con alcaldesa de EH Bildu tiene fecha del 15 de marzo. El desalojo pretenden llevarlo a cabo sin que se haya acordado una solución alternativa con la asamblea que gestiona el espacio. En realidad, el gobierno municipal sólo ofrece la cesión de otro espacio por un “periodo muy corto de tiempo”, lo que no es solución alguna, y además ha buscado utilizar la negociación para reducir el derecho de la Asamblea Juvenil a realizar propaganda política a través del chantaje.
Sin embargo, la juventud no se rinde y, en respuesta, se ha movilizado. Ayer dos jóvenes se encadenaron en el interior del consistorio, mientras varias personas se concentraban en el exterior para mostrarles apoyo. Las personas que no estaban encadenadas fueron desalojadas.
Desde la concentración, en el exterior del Ayuntamiento, se escuchaban consignas como “Desalojoari aurre egin!” (¡Hacer frente al desalojo!).
Información facilitada por Gedar dice que el consistorio convocó un pleno municipal extraordinario. Los jóvenes, mientras tanto, han aumentaron la presión cortando más carreteras en los alrededores del Ayuntamiento.
Sobre las 19:30, de ayer, lunes, la Policía Nacional cargó contra las personas que participaban en el corte de carretera. Los jóvenes volvieron a las puertas del consistorio, al grito de “Ayuntamiento, tú decides”.
Este conflicto se enmarca en un contexto más amplio de tensiones entre el Gaztetxe de Burlata y el gobierno local debido al proyecto urbanístico Nogalera 2025, que implica la reurbanización de la zona y que, según denuncian los manifestantes, “pone en peligro el futuro del Gaztetxe”.
El Ayuntamiento de Burlata argumenta que la demolición del edificio del Gaztetxe es parte de las obras para mitigar inundaciones, pero, según la Gazte Asamblada, el consistorio “no ha ofrecido ninguna alternativa para su continuidad”. Por ello, los jóvenes propusieron trasladar el proyecto al edificio Egunsenti, compartiéndolo con el club Hiru Herri, pero el Ayuntamiento rechazó la propuesta y ofreció en su lugar la oficina ORVE, que no cumple con las condiciones que solicita la asamblea juvenil.
Pese a que la asamblea aceptó negociar bajo ciertas garantías, como el acceso a espacios públicos y la posibilidad de instalar su txosna en fiestas, la administración local no ha accedido a las peticiones. Con el inicio de las obras Nogalera 2025 previsto para marzo y sin acuerdo a la vista, la Gazte Asanblada advirtió desde el principio que “la falta de voluntad política amenaza con la desaparición del Gaztetxe”, y por ello llamó a movilizarse en su defensa.
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