Tras acudir a la reunión de ministros de exteriores de la UE como especial invitada, Yulia salió con entusiasmo y protegida por los capos europeos. Su nueva misión es ser la cara visible de la oposición al gobierno y al Partido Comunista, Rey muerto, rey puesto y sonrisas de los cancilleres europeos con el ínclito Borrell a la cabeza.
Su relevo puede encontrarse no muy lejos. Su propia viuda, Yulia Naválnaya, aseguró en un vídeo publicado este lunes que está dispuesta a entrar en política y continuar la lucha de su marido contra al Kremlin de Vladímir Putin.
(En la foto de archivo, la viuda con su ex marido)