Nada que sorprenda, era algo que previsible. Le ha faltado tiempo al nuevo inquilino de la Casa Blanca para revocar la decisión que Joe Biden, el presidente saliente. Este tomó, el pasado 14 de enero, la decisión de retirar a Cuba de la infame lista de países patrocinadores del terrorismo. Un gesto, por otra parte, nada admirable, ya que tuvo la posibilidad de hacerlo mucho antes y esperó a que faltaran ocho días para dejar el cargo. Tampoco eliminó las 243 medidas adicionales que Trump aplicó para endurecer aún más el bloqueo. Biden también fue un presidente imperialista, que no se nos olvide.
En su discurso inaugural en el Capital One Arena, Trump expresó: “Vamos a firmar órdenes ejecutivas primero, revocaré casi 80 acciones ejecutivas destructivas y radicales de la administración anterior, una de las peores administraciones de la historia”. Y añadió que las órdenes quedarían «sin efecto» en cinco minutos.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel respondió a la decisión de Donald Trump con este mensaje a través de su cuenta X: “Presidente Trump, en acto de arrogancia y desprecio por la verdad, acaba de restablecer la fraudulenta designación de Cuba como estado patrocinador del terrorismo. No sorprende. Su objetivo es seguir fortaleciendo la cruel guerra económica contra Cuba con fines de dominación.
El resultado de las medidas extremas de cerco económico impuestas por Trump ha sido provocar carencias en nuestro pueblo y un incremento significativo del flujo migratorio de Cuba hacia Estados Unidos.
Este acto de burla y abuso confirma el descrédito de los listados y mecanismos unilaterales de coerción del gobierno de EEUU”.
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