Ayer, el portavoz del Departamento de Estado Matthew Miller, después de que Sudáfrica iniciara un procedimiento ante la Corte Internacional de Justicia por la operación militar de Israel en el enclave palestino, ha negado las acusaciones de genocidio contra Israel por múltiples naciones, incluyendo un aliado de la OTAN.
Lo expresó de esta manera: “Son acusaciones que no deben hacerse a la ligera (…) no estamos viendo ningún acto que constituya genocidio”.
Como todo el mundo sabe, el Estado asesino de Israel, con el apoyo de Estados Unidos y la complicidad del resto de los gobiernos occidentales, ha provocado ya la muerte de más de 22.000 personas, 57 697 heridos, 7.000 desaparecidos y 1.900.000 desplazados.
Se entiende que el gobierno imperialista yanqui defienda que no hay genocidio en el salvaje proceder del ejército ocupante sionista. Y es que los inquilinos de la Casa Blanca también participa del mismo.