INTRODUCCIÓN
Los gobiernos imperialistas yanquis, ahora también con Donald Trump residiendo en la Casa Blanca, siempre han sido los máximos exponentes del terrorismo en el mundo. Para ellos todo es válido para hacerse (robar) con lo que no les corresponde.
Así, para para sus enfermizos cerebros, las organizaciones que practican la violencia revolucionaria, o los ejércitos que procuran salvaguardar la soberanía de sus países ante las agresiones imperialistas, son terroristas. Es decir, quienes practican el terrorismo más salvaje a escala planetaria (el imperialismo yanqui) acusa de terrorismo a quienes, en verdad, no hacen otra cosa que defenderse de sus ataques y del de sus aliados.
La hipocresía y el cinismo de quienes han pasado por la Casa Blanca es mayúsculo. Trump es más de los mismo, aunque su chulesca y arrogante escenificación lo hacen más odioso todavía.
LA NOTICIA
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha decretado la designación de «organización terrorista extranjera» al movimiento Ansar Allah, conocido comúnmente como los rebeldes hutíes de Yemen.
Para ello argumenta que las actividades de los hutíes representan una amenaza para la seguridad de los civiles y el personal estadounidense en Oriente Próximo, así como para la estabilidad del comercio marítimo internacional.
El gobierno imperialista yanqui ha emitido una orden ejecutiva que detalla los motivos de esta designación, señalando el apoyo armamentístico y de entrenamiento que los hutíes reciben de la Guardia Revolucionaria de Irán y los numerosos ataques que han llevado a cabo contra barcos de guerra estadounidenses desde 2023, “poniendo en peligro a los uniformados”.
En su comunicado, el gobierno de Trump dice que “desde que tomaron el control de la mayoría de los centros de población yemeníes en 2014-2015, los hutíes han lanzado ataques contra infraestructura civil» en varios países de la región, incluyendo aeropuertos en Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos”. También, se les atribuye el “lanzamiento de más de 300 proyectiles contra Israel desde octubre de 2023” y “más de cien ataques contra buques comerciales en el estrecho de Bab al Mandeb”, resultando en la muerte de al menos cuatro marineros civiles y “obligando a desviar parte del tráfico marítimo del Mar Rojo, lo que ha contribuido a la inflación global”.