La sentencia fue anunciada ayer, miércoles, por una corte de Nueva York (Estados Unidos). Los delitos por lo que ha sido sentenciado a 45 años de cárcel están relacionados con el narcotráfico y uso de armas.
Juan Orlando Hernández, de 55 años fue presidente de Honduras de 2014 a 2022. Hallado culpable en marzo pasado de todos los cargos presentados en su contra por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, estos fueron conspiración para importar cocaína a territorio estadounidense, conspiración para poseer armas de fuego y otros dispositivos con capacidad destructiva, y posesión de ese armamento durante la conspiración para cometer actividades de narcotráfico.
Según los fiscales del caso, Hernández conspiró durante su mandato presidencial con cárteles de la droga, favoreciendo la transportación de 400 toneladas de cocaína hacia suelo estadounidense, a través de Honduras.
La misma fuente subraya que, en reciprocidad, el ex presidente del gobierno hondureño recibió millones de dólares en sobornos que utilizó para potenciar su influencia en la política del país centroamericano.
Medios locales estadounidenses han informado que, además de los 45 años de prisión, el juez del caso contra Hernández ordenó el decomiso de bienes del expresidente y el pago de una multa de ocho millones de dólares.
Desde que el general panameño Manuel Noriega fue juzgado en 1992 y condenado a 40 años de prisión por estar relacionado con el cártel de Medellín, ningún otro presidente de gobierno ha sido juzgado, hasta este caso, por narcotráfico en Estados Unidos.