El director ejecutivo de la aseguradora UnitedHealthcare, Brian Thompson, falleció ayer, miércoles, tiroteado por un individuo cerca de un lujoso hotel en el centro de Manhattan.
Thompson, de 50 años, recibió dos disparos, uno en la espalda y otro en la pantorrilla, fuera de un hotel Hilton situado en el centro de Manhattan, poco antes de las 7 de la mañana. Según se ha podido saber, la empresa estaba a punto de celebrar allí su conferencia anual de inversores, finalmente cancelada.
El CEO de UnitedHealthcare, la compañía de seguros más grande del país, fue trasladado inmediatamente a un hospital en condición grave, donde acabó falleciendo.
UnitedHealthcare es la mayor aseguradora privada de Estados Unidos, que pertenece al grupo UnitedHealth, y da servicio a decenas de millones de estadounidenses que pueden pagar su seguro. Y es que en Estados Unidos sólo pueden acceder a la sanidad quien tiene dinero. Decenas de millones de personas carecen de atención médica, precisamente, porque el Estado (realmente fallido), más preocupado por facilitar las ingentes ganancias de las empresas (como UnitedHealthcare, por ejemplo), no les garantiza la atención médica a quienes carecen de recursos económicos.
Como cabía esperar, la prensa del capital ha ensalzado a Brian Thompson, pero lo cierto es que, este, en aras de seguir engordando su patrimonio económico, dedicó su vida a exprimir económicamente a quienes no tenían acceso a los servicios médicos.