Estados Unidos ha rechazado los llamados chinos a favor de un tratado de no ser el primero en utilizar armas nucleares entre estados con armas nucleares, diciendo que tiene dudas sobre su sinceridad.
La subsecretaria de Estado estadounidense, Bonnie Jenkins, máxima responsable del control de armas del país, dijo el miércoles por la noche ante el comité de relaciones exteriores del Senado que a Estados Unidos le preocupa que China haya aumentado su número de ojivas nucleares a más de 500 y que pueda tener 1.000 para 2030, y que esto socave su propuesta de tratado.
Las cifras son especulativas, se basan en estimaciones del gobierno estadounidense y no son reconocidas por China ni por el resto de países que no son aliados de Washington.
De los estados con armas nucleares reconocidas, sólo China e India tienen una política oficial de no ser los primeros en utilizarlas, es decir, que sólo lanzarán un ataque nuclear si se lanza uno contra ellos primero.
China también almacena sus ojivas y sistemas de lanzamiento por separado, para evitar el riesgo de lanzamientos por accidente o malentendidos, como casi sucedió en 1983, cuando el teniente soviético Stanislav Petrov reconoció los informes sobre misiles estadounidenses entrantes como un mal funcionamiento del sistema y evitó un ataque de represalia que podría haber comenzó la Tercera Guerra Mundial.
China pidió en febrero un tratado entre potencias nucleares para comprometerse a políticas de no ser el primero en utilizarlas para reducir el riesgo de una guerra nuclear, pero hasta ahora otros países han ignorado el llamado.