Cientos de personas de diversos sectores sociales como indígenas y trabajadores protestaron en una «contracumbre» este jueves en Cuenca contra el gobierno del presidente de Ecuador, Daniel Noboa, y la XXIX Cumbre Iberoamericana que se lleva a cabo en esa ciudad.
Al grito de «Fuera Noboa», los activistas marcharon por una de las principales arterias viales de la capital de la provincia de Azuay y se detuvieron en una intersección cercana a uno de los edificios que acoge hasta el viernes la cita regional.
«Quieren maquillar toda esta crisis, vivimos una grave crisis energética. Aquí los pueblos que se encuentran presentes, sectores campesinos, obreros, estudiantes, colectivos urbanos, están alzando su voz», dijo a la AFP Abigail Eras, del grupo ecologista Hakuna Kai, en la marcha.
Ecuador afronta apagones de hasta 14 horas diarias, una de las medidas más restrictivas impuesta por el gobierno a causa de la peor sequía en seis décadas. El país también sufre el terror de las bandas ligadas al narcotráfico que se imponen con masacres, secuestros y extorsiones.
Algunos indígenas vestidos con trajes tradicionales lanzaron reclamos contra el extractivismo y a favor del cuidado del agua, ante el riesgo de racionamientos de ese recurso. Un grupo portaba banderas palestinas.
«Noboa ha buscado una ciudad más tranquila (para la cumbre). Pensó que la ciudad de Cuenca se va a quedar callada. Por eso los pueblos no estamos de acuerdo con que los jefes del Estado vengan a Cuenca a discutir el tema minero», dijo el manifestante Silvio Morocho.
La policía, que reforzó la seguridad con vehículos blindados y drones en la colonial Cuenca, seguía de cerca la marcha, que se desarrolló de forma pacífica entre arengas y explosiones de salva.
«Lo importante es que ellos (…) aquí actúen con altura, que no dañen la imagen que está dando Cuenca», dijo a la prensa el comandante policial de la ciudad, el coronel José Vargas.
El oficial confirmó que el viernes, cuando se realizará la sesión presidencial de la cita, está convocada otra movilización para entregar un manifiesto al gobierno.
La XXIX Cumbre Iberoamericana cuenta por ahora solo con la presencia del rey de España, Felipe VI, y del presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, además de un total de 19 delegaciones iberoamericanas a más bajo nivel.
El alcalde de Cuenca, Cristian Zamora, dijo en la red social X que no permitirá actos violentos en las protestas como los protagonizados en el pasado por indígenas en Quito, que dejaron muertos.
Entre las fuerzas que han convocado la llamada «Contra Cumbre de los Pueblos» está la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que participó en revueltas que derrocaron a tres gobernantes entre 1997 y 2005.
agencias/lajornada