El genocidio sionista se asume como algo inevitable. Los gobiernos de los países occidentales no condenan, ni mucho menos rompen relaciones con Israel. La impunidad le permite a los sicarios de Netanyahu ejecutar un exterminio para dejar la franja de Gaza vacía. En poco tiempo «nuestros» partidos políticos saldrán a la palestra a pedir el voto sin mencionar -obviamente- el silencio cómplice con el terrorismo israelí.
El número total de muertos en la Franja de Gaza desde el inicio de la ofensiva israelí en octubre de 2023 ha alcanzado este domingo las 50.021 personas tras los últimos bombardeos israelíes contra el enclave palestino, ha informado el Ministerio de Sanidad gazatí en un comunicado. «El número de muertos por la agresión ha ascendido a 50.021 y 113.274 la de heridos desde el 7 de octubre de 2023», recoge la nota. La cifra se considera que se queda corta puesto que bajo los escombros sigue habiendo cuerpos de palestinos,
Además, el ministerio gazatí explica en su nota que 233 víctimas han sido incluidas en su recuento de fallecidos tras completar y verificar sus datos, un trámite que ha aprobado el comité judicial «que hace seguimiento de personas desaparecidas». Israel rompió el alto el fuego en la devastada franja el pasado martes 18 de marzo y desde entonces los ataques israelíes se han cobrado la vida de al menos 673 personas y han dejado a más de un millar de personas heridas.
Solo en las últimas 24 horas, los bombardeos de las tropas israelíes, concentrados sobre todo en Jan Yunis y Ráfah (el sur del enclave palestino), han matado a 39 personas y han herido a 61 de ellas, según el recuento de los pocos hospitales gazatíes que siguen funcionando. En el último día, la Defensa Civil palestina también recuperó dos cuerpos de entre los escombros, pese a que apenas disponen de maquinaria pesada para realizar estas tareas.