En el contexto del genocidio israelí contra el pueblo de Palestina, el Ministerio del Interior español, dirigido interinamente por Fernando Grande -Marlaska, anunció la semana pasada que, como parte del cuarto nivel de la “alerta antiterrorista”, tomará medidas «complementarias» en el futuro.
Como no podía ser de otra manera, ya que la Ertzaintza no deja de ser un cuerpo policial del Estado, al consejero de Seguridad del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, le faltó tiempo para anunciar que incrementarían la presencia de los cuerpos policiales en lugares y eventos que se cree que son concurridos. Es decir, En concreto, las labores de control policial se “intensificarán” por el impacto, del “conflicto entre Israel y Palestina”.
Esta coyuntura ha sido aprovechada también por varios sindicatos de la Ertzaintza, tales como Erne, Esan y Sipe. Estos han presentado un documento criticando la planificación de la situación actual y exigiendo medidas específicas, principalmente para reforzar el uso de armas.
Los sindicatos mencionados demandan la recuperación de “la posibilidad de poder portar el arma de trabajo incluso fuera del trabajo”, por lo que piden revisar la normativa que actualmente prohíbe llevarse armas a casa.
Por otro lado, se ha hablado del uso de las metralletas HK MP5. Erne, Esan y Sipe proponen el uso de metralletas HK MP5. Dicen que son armas adecuadas “para afrontar situaciones de alto riesgo”. Otra de sus demandas es que se generalice el uso y suministro de pistolas Taser.
Dicen que quieren protegernos de los terroristas. Todo parece indicar que no precisamente de aquellos que siempre gozan de escandalosa impunidad. Al fin y al cabo, todos/as sabemos para quienes realmente trabajan.