Lo ha anunciado el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia. Según este, el presidente de Siria, Bashar al Assad, decidió renunciar y abandonar el país, y dio instrucciones para llevar a cabo una transferencia de poder de manera pacífica.
De ser así, el comportamiento de al Assad ha sido inusual, ya que de sobra se conoce su enconda y heroica resistencia, junto a su pueblo, durante todos estos años contra la agresión imperialista que ha sufrido el país árabe.
La cancillería rusa ha instado a todas las partes implicadas a renunciar al uso de la violencia y resolver todas las cuestiones de gobernanza por medios políticos, y aseguró estar en contacto con todos los grupos de la oposición siria.
Igualmente, ha instado a respetar las opiniones de todas las fuerzas etnoculturales de la nación levantina y expresó su apoyo a los esfuerzos para establecer un proceso político inclusivo, basado en la resolución 2254, adoptada de manera unánime por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Por otra parte, ha informado que ha tomado las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los ciudadanos rusos en Siria y la posición de alerta máxima para las bases militares, pero no existe ninguna amenaza grave para su seguridad.
Como ya hemos informado en este diario, llama mucho la atención la rendición sin apenas resistencia por parte del Ejército sirio y el gobierno de Bashar al Assad, así como del notable conformismo expuesto por parte de Rusia (actor importante en Siria en los últimos años) con la caída de lo que hasta ahora, de manera tan decidida, había defendido.
Noticia relacionada: