Los consumidores en China están encontrando un panorama más accesible, ya que los precios de las viviendas nuevas cayeron un 6,1% en septiembre, la mayor caída de precios en este ámbito desde 2015, según la Oficina Nacional de Estadísticas China. Este descenso continuado, que ya lleva catorce meses consecutivos, está facilitando que más personas puedan considerar la compra de una propiedad.
Además, el gobierno ha implementado incentivos como la reducción de las tasas hipotecarias, buscando fomentar la adquisición de viviendas y mejorar la confianza de los compradores. En algunas ciudades, estas políticas han comenzado a reactivar el interés por la compra de inmuebles, ofreciendo a los compradores más opciones y condiciones más favorables en comparación con años anteriores.