Microsoft anunció el despido de 6.000 empleados, equivalente al 3 % de su fuerza laboral global, como parte de una reestructuración organizacional centrada en optimizar la jerarquía interna. Los recortes afectan a trabajadores en todos los niveles, equipos y geografías, con especial impacto en el estado de Washington. La decisión llega a pesar de que la compañía reportó ingresos trimestrales sólidos de 70.100 millones de dólares. El objetivo es redirigir recursos hacia áreas estratégicas como inteligencia artificial e infraestructura enó 70, la nube.
El recorte de 6.000 empleos anunciado por Microsoft es la mayor reestructuración laboral de la compañía desde 2023, afectando de forma transversal a empleados de ingeniería, gestión de productos y operaciones. Aunque distribuido globalmente, el estado de Washington —hogar de la sede en Redmond— se lleva casi un tercio del golpe, con 1.985 trabajadores despedidos, incluyendo 475 en modalidad remota.