Es sabido que no se puede pedir dinero prestado directamente al Banco de España como sería lo lógico, muy por el contrario, hay que hacerlo a entidades bancarias privadas que solicitan a su vez el dinero al Banco Central Europeo que, recordemos, está conformado precisamente por las bancas estatales de varios países europeos.
En las últimas horas, ante el atasco de las inversiones y el momento complicado que viven las economías de Francia y Alemania (motores innegables de la economía europea por su volumen.), y aún asumiendo que la inflación va a subir, se ha vuelto a bajar el precio del dinero pasando del 3% al 2,75% (lo hace por cuarta vez en pocos meses ante un motor que no parece arrancar). Esto es, que el BCE prestará a ese interés a los bancos privados europeos el dinero pero… las personas y empresas que acudan a «su» entidad bancaria no van a encontrar ni por asomo ese tipo de interés, ya sea para préstamos personales o hipotecarios.
La jugada del capitalismo es perfecta: se desprende de dinero público (Bancos nacionales, estatales) para alimentar al BCE, y éste presta, desde hoy, al 2.75%, a las entidades privadas y que luego prestan a no menos del 10%, en términos generales, el dinero a las personas físicas o empresas. Un negocio redondo con solo un clic de ordenador y que se acepta por omisión o ignorancia como algo «natural». Todo muy democrático y de acuerdo a la ley (que hicieron ellos, logicamente).