Introducción
Las condenas estériles son muy habituales en gobiernos que lo único que tratan es en quedar bien sin hacer nada. En este caso concreto estamos refiriéndonos al gobierno de Brasil, presidido por Lula da Silva.
Como todo socialdemócrata, trata de intentar mostrar sensibilidad hacia los pueblos agredidos. Pero sus poses no dejan de ser más que pura falacia. Y es que defender a los agredidos cuando se tiene buena relación con los agresores y, para nada, tratan de romper relaciones con estos, es un ejercicio de hipocresía y cinismo. Esto mismo está haciendo el gobierno de Brasil con Lula da Silva a la cabeza.
En el caso que nos ocupa, además de no hacer absolutamente nada que no sean expresar condenas estériles, los gobernantes brasileños son cómplices del genocidio sionista en Palestina, ya que siguen manteniendo sus relaciones con el gobierno asesino de Israel.
El repudio que muestran ahora no tiene credibilidad alguna, es pura falacia.
La noticia
El Gobierno de Brasil condenó el martes los nuevos ataques aéreos israelíes contra la Franja de Gaza e instó a reanudar las negociaciones.
La Cancillería brasileña denunció en un comunicado que los ataques incluyeron “áreas previamente designadas como seguras”, y que las incursiones “han provocado el asesinato de cientos de palestinos, entre ellos un gran número de niños, en flagrante violación del derecho internacional humanitario”.
Al señalar la obligación de Israel, como potencia ocupante, de tomar las medidas necesarias para proteger a la población civil en los territorios ocupados, Brasil instó al régimen de Tel Aviv a levantar las restricciones a la entrada de ayuda humanitaria en Gaza y a restablecer el suministro de electricidad en el territorio.
Asimismo, exhorta a Israel cumplir con los términos del acuerdo de alto el fuego anunciado el 15 de enero.
La coletilla
Y si lo continúan incumpliendo, ¿acaso van a romper relaciones diplomáticas con los incumplidores? La respuesta la omitimos por obvia.
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