En Bolivia gobierna, oficialmente, el MAS (Movimiento al Socialismo), y su presidente es Luis Arce. Sus políticas neoliberales han dividido al partido y una mayoría ubicada en los sectores más indigenistas de izquierda, postulan de nuevo a Evo Morales para salir del atolladero. De momento el grupo parlamentario que apoya al gobierno se ha partido en dos y la legitimidad de las siglas y los congresos están estos días en juego. La falta de diesel, de dólares, el hundimiento de las exportaciones y la subida disparada de precios de productos básicos, ubican al gobierno de Arce en una situación muy delicada con cortes permanentes de carreteras y paros. Al punto, que hace unos días viajó a Rusia a pedir créditos y apoyo.
(En la foto, concentración en apoyo a Evo Morales hace unas horas).