Hoy comenzaba en Vitoria-Gasteiz el macrofestival Azkena Rock. Se prevé que durante los tres días que dura el evento musical pasarán alrededor de 50.000 personas.
Como otros años, la presente edición también cuenta con la organización de Last Tour, que es una empresa subcontratada por el Ayuntamiento de la mencionada ciudad alavesa. Por su puesto, no todo es cultura (música, en este caso concreto) sino que, en realidad, es un negocio que mueve mucho dinero y que ganan los de siempre, porque la inmensa mayoría de los trabajadores que venden su fuerza durante esos días son explotados de manera escandalosa. La Red de Autodefensa Laboral (Laneko Autodefentsa Sareak -LAS- en euskera) lo ha denunciado.
La citada Red, que forma parte del Movimiento Socialista, ha explicado que la empresa Last Tour se hace cargo de muchos macrofestivales internacionales; como el propio Azkena Rock, BBK Live, Madrid Live, BIME, Pirineos Sur, entre otros. Esta empresa factura más de 100 millones de euros al año, “a costa de las miserables condiciones laborales de los trabajadores, de las que muchas veces se han quejado”.
La Red de Autodefensa Laboral de Vitoria-Gasteiz ha denunciado que muchas de las condiciones que les imponen son jornadas de trabajo de hasta de diecisiete horas, salarios que no llegan ni a los 5 euros la hora, retrasos en los pagos, condiciones de sueño y alimentación desastrosas, además de que corren un riesgo muy alto de sufrir accidentes laborales y muchas de los trabajos son realizados sin previo contrato
La misma Red ha señalado empresas como Last Tour están directamente protegidas por las instituciones públicas, al ser contratadas por estas. Es el caso del Ayuntamiento de Gasteiz, que en esta ocasión ha pagado 380.000 euros a Last Tour, además de facilitar “espacio y todo tipo de instalaciones”. Es por eso que considera que el Ayuntamiento, en este caso concreto, es responsable, ya que “financia y legitima la precariedad de los trabajadores”. Y subraya cómo desde el Consistorio “argumentan que iniciativas como ésta [Azkena Rock] aportan riqueza a la ciudad, pero sabemos muy bien quiénes serán los beneficiarios y quiénes los perjudicados”.
Como siempre en casos semejantes, han aclarado desde la Red de Autodefensa Laboral, quienes se enriquecerán con el macrofestival serán “Last Tour, sus subcontratistas y los dueños de hoteles y restaurantes de la ciudad”. Y han expresado también que “nosotros, los trabajadores de festivales, en cambio, estamos obligados a aceptar las condiciones que se nos imponen si queremos que nos contraten de nuevo”.
Igualmente, han advertido que los trabajadores de la hostelería también saldrán “perjudicados”, porque tendrán que “sufrir una carga de trabajo mucho mayor y todo tipo de abusos”. “El resultado es claro: los empresarios se enriquecen” a costa de la explotación que estos ejercen sobre la clase trabajadora.
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