Según nota de Fidelista por Siempre, “el expresidente renunció a su pensión presidencial, volvió a enseñar en la universidad, cobrando 250 dólares al mes y vive modestamente en su casa. Cuando se aloja en un hotel, pide una habitación más sencilla, tal vez incluso sin cama, porque le gusta dormir en el suelo sobre un colchón debajo de una manta, se desplaza en autobús, el ex presidente de Irán vendió su Peugeot en buen estado.
A las preguntas sobre por qué él, siendo presidente durante dos mandatos, podría haber mejorado seriamente su situación financiera, pero no lo hizo, Ahmadinejad responde que un verdadero líder debe vivir como vive su pueblo”.