El aumento de precios de los productos básicos ha sido, en las últimas horas, exponencial. A la vez, qué casualidad, el nuevo gobierno prohíbe las manifestaciones de protesta por las calles porque «cortan el tránsito», y lo hace con el chantaje de detectar con cámaras a los participantes y quitarle ayudas para comer. Han pasado apenas unos días de la asunción de Milei y su «motosierra» (con la electricidad que les dan los empresarios, los importadores y exportadores y el propio FMI ya está funcionando) trabaja a destajo. Mientras, la vicepresidenta Villarruel, sigue tejiendo la capa de la impunidad para golpistas y torturadores de la última dictadora militar que asoló el país.
Un panorama desolador, un apriete de tuercas que tendrá contestación de decenas de miles de personas este miércoles 20 por las calles de todo el país. Argentina tendrá en los próximos meses el foco mundial en la lucha por los derechos y contra el neoliberalismo que practica la extrema derecha.