Hace pocos días publicaba un artículo “La encrucijada rusa”[1] en la que trataba sobre el conflicto abierto en el aparato del Estado ruso entre quienes representan los intereses de la oligarquía y su objetivo político de “entrar en occidente” y quienes son conscientes de que el interés del imperialismo es destruir Rusia para posteriormente enfrentar a China. Los primeros están a favor de un final inmediato de la guerra de Ucrania para volver a los antiguos negocios. Su representación en el gobierno sería el Ministro de Defensa, Shoigu, entre otros, y los segundos son más conscientes de que, más allá de Ucrania, el enfrentamiento con el imperialismo es de mucha mayor envergadura y requiere transformaciones de fondo, tanto en el complejo militar-industrial, como, sobre todo, en la conciencia del pueblo ruso.
La rebelión de los Wagner puso en evidencia estas tensiones. Los análisis de quienes mejor conocen los intereses en juego identifican a Putin – no como el todopoderoso presidente que estúpidamente identifican los medios occidentales – sino como el obstáculo a batir por quienes representan los intereses de la oligarquía pro – imperialista. Así mismo, los vaivenes de Prigozhin días antes de su rebelión y la decisión de llevarla a cabo, revelarían que éste temía por su vida y que además sus temores no carecían de fundamento[2].
La derrota de Prigozhin fue también la de Putin, que lo había promovido y sustentado, y la victoria de quienes dentro del aparato del Estado son más cercanos a los intereses de “occidente”. La inteligente y oportuna intervención de Lukashenko salvó temporalmente la situación, que normalmente hubiera acabado – cuando menos – con Prigozhin en la cárcel acusado de alta traición.
Las tensiones – lucha de clases – en el interior de las fuerzas armadas llevó a que la rebelión de Prigozhin fuese apoyada, entre otros por el General del Ejercito Serguei Surovikin. Surovikin, militar de carrera, sin vinculación alguna con la oligarquía, Héroe de la Federación Rusa por sus victorias en Siria contra el terrorismo yihadista, comandante del Ejército Sur en Ucrania con importantes victorias y considerado como héroe popular en Rusia.
Hoy, aparecen dos noticias:
- la destitución de sus cargos de Surovikin, sin aparición pública desde la rebelión de los Wagner, y su puesta a disposición del Ministerio de Defensa.
- la muerte de Prigozhin al estrellarse el avión en que viajaba cerca de la ciudad rusa de Tver.
Hoy, lo último que publicó Prigozhin antes de morir y después de conocer la destitución de Surovikin es lo siguiente relativo a la participación de éste en el intento de golpe de estado comunista contra Gorvachov el 21 de agosto de 1991. Dice así:
“El 21 de agosto de 1991, catorce vehículos de combate de infantería, circulan por el Anillo de los Jardines (Moscú). El batallón está comandado por el capián Surovikin, futuro comandante del grupo combinado de tropas rusas en Ucrania.
A la entrada del túnel, la columna se topa con una barricada de varios coches. Los soldados disparan al aire y embisten la barricada. La columna entra en el túnel.
Como consecuencia de su participación en el intento de golpe, Surovikin pasó 7 meses en prisión. El estatus de su columna era el de Patrulla del Ejército soviético.
Surivikin tenía 24 años. Después de 32 años, el general Serguei Vladimirovich Surovikin, vuelve a tener libertad limitada”.
La derrota del intento de insurrección de los Wagner va más allá de los sucesos del 24 de junio y las tensiones no han terminado de estallar.
23 de agosto de 2023
Notas:
[1]https://cnc2022.wordpress.com/2023/08/21/la-encrucijada-rusa/
[2]https://rossaprimavera.ru/video/8f42bc3f
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