Ojalá haya sido un accidente (aunque haya muchas formas sofisticadas de parecer que lo sea). No cabe duda de que Irán analizará hasta el último detalle antes de tomar ninguna decisión.
Irán lucha contra enemigos colosales, que no se detienen ante ningún tipo de crímenes y de violaciones de las normas internacionales (baste con mirar hacia Gaza para ahorrarse más palabras). Por eso no debería repetir errores graves de autoprotección que viene padeciendo desde hace tiempo, tales como reunir en un mismo edificio, por muy diplomático que sea, a los principales dirigentes del contraterrorismo en Asia occidental; dejar líderes o jefes militares al descubierto en el norte de Siria, presas de la inteligencia sionista; científicos físicos de primer orden no lo suficientemente protegidos como para no ser asesinados por el Mosad…
Ahora, contra toda lógica elemental, permiten que algunos de los cargos más importantes del país vayan en un mismo aparato de vuelo. Esto último constituye un error de primero de curso básico de protección de líderes.
En el helicóptero viajaba, además del presidente de Irán, Ebrahim Raisi, su ministro de Exteriores, Hosein Amirabdolahia, el Imam de la Mezquita de Tabriz y el Gobernador de la provincia de Azerbaiyán Oriental, junto a otras cinco personas.
Demasiado sustancioso, y demasiado fácil, como para que las bases sionistas que hay en la zona lo dejaran pasar.
En concreto el papel internacional de Hosein Amirabdolahia está a la altura de los mejores estrategas de exteriores, en la urdimbre de un tejido de cooperación y solidaridad en la región, entre el Mundo Emergente y entre éste (en el que se encuentra Irán) y bastantes otras formaciones socioestatales que buscan emprender vías de autonomía respecto del Imperio Occidental bajo el dominio del Eje Anglosajón y el Poder Sionista Mundial.
Si se confirma que este último -a tevés de su engendro en la Palestina ocupada- ha realizado un atentado contra el helicóptero iraní, podemos estar seguros de que el mundo va a quedar mucho más cerca de la fase explosiva de la Guerra Total.
Sólo la excepcional paciencia estratégica de Irán y del Eje de la Resistencia en la región, han permitido hasta ahora contener la guerra abierta regional que el ente sionista quiere desatar, asesinando continuamente líderes regionales. ¿Cuánto durará la paciencia?
¿Alguien en las sociedades “occidentales” se dará cuenta de a qué están jugando sus gobiernos y poderes al apoyar al ente sionista? ¿Somos conscientes de a lo que nos enfrentamos como humanidad?
- Andrés Piqueras es profesor de la Universidad Jaume I
(Observatorio Crisis)