Un informe de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía revela que esta región concentra 10 de los 15 barrios más pobres de España, destacando zonas de Sevilla, Córdoba y Málaga. Destaca especialmente la capital andaluza con hasta 5 barrios entre los 12 primeros. Estas áreas enfrentan problemas como desempleo extremo, precariedad laboral, viviendas deterioradas y carencia de servicios básicos. La dependencia del turismo y los salarios bajos perpetúan la pobreza, afectando especialmente a la infancia y dificultan gravemente el acceso a viviendas.
El estudio subraya la falta de políticas públicas eficaces para mitigar estas desigualdades, generando una cronificación de la exclusión social. Reclama cambios estructurales en el modelo económico y una intervención estatal decidida para garantizar derechos fundamentales y mejorar la calidad de vida de estos barrios. Estos datos contrastan con el alarde de prosperidad que el gobierno andaluz hace con la previsiones de crecimiento de mas del 2,5% del PIB para el año próximo. Una vez más la macroeconomía choca frontalmente con la realidad de la clase trabajadora, mostrando la potencialidad revolucionaria que tienen los barrios y la importancia del trabajo militante en ellos.