El pasado 17 de febrero Noticias de Navarra publicó una entrevista realizada a Igor Arroyo que, junto a Garbiñe Aranburu, es coordinador general del sindicato LAB.
La entrevistadora le hizo un par de preguntas acerca de si Gazte Koordinadora Sozialista (GKS) resta a sindicatos como LAB; Arroyo respondió con cierto tufo paternalista, tono de menosprecio hacia el Movimiento Socialista (MS) y hasta faltando a la verdad. Arroyo llegó a decir que en GKS “plantean que los sindicatos y las organizaciones políticas no sirven”. ¿Cómo GKS va a decir que las organizaciones políticas no sirven si es una de ellas? Lo que si suelen defender es que no sirven las formaciones políticas institucionales. Y eso es tan obvio que no hay más que ver como está el panorama laboral y general. ¿Acaso han resuelto algo?
Dani Askunze, militante del Movimiento Socialista le respondió a Igor Arroyo de esta manera:
Igor Arroyo se refiere al MS de la siguiente manera, en el contexto de la celebración del 50 aniversario de LAB en el parlamento burgués. Toda una declaración de intenciones respecto a su actual línea político-sindical. Algunos comentarios por alusiones:
- «No son una alternativa».
Estamos en ello. Aumentando capacidades constantemente y construyendo una alternativa política. En la que el mundo del trabajo tiene su lugar sin duda. Y dentro de él aunque no sólo, las tareas sindicales, como es natural en un mov. revolucionario.
- «Sin práctica ni respuestas concretas».
Hace años nos acusaban de teoricistas hasta que fue insostenible. Ahora de no tener práctica más allá del discurso. Más de lo mismo.
La lucha ideológica se puede dar en el plano discursivo, pero no sólo en él, ni mucho menos.
Es precisamente en la conexión entre las reivindicaciones inmediatas y las consignas estratégicas donde reside el papel de los comunistas. Y es precisamente lo que a algunos les molesta. Por ello tratan de caricaturizarlo como falta de respuestas concretas.
Pero no, no hay tal falta. Si acaso no les gusta el contenido de las respuestas, por sus implicaciones políticas y lo que señalan en cada caso. Además de por lo que cuestionan: el monopolio reformista de la lucha por las reformas,que no son lo mismo pese a que ellos las confundan
- «Movimiento estudiantil»
Alguno acaba de descubrir la pólvora. El MS surge hace menos de una década en el seno de los movimientos juveniles y estudiantiles. Su marcado carácter generacional tenía unas potencialidades y también unos límites. Ahora bien, no son eternos.
A estas alturas de la película algunos ya peinamos canas y tenemos el lomo bien curtido. Así que el paternalismo de abuelo cebolletas sobra. Y cuidado con aleccionar sobre bajar al barro, porque cuando se pisa con fuerza puede salpicar a los despistados que anden por ahí. Just sayin
- Respecto a la relación entre jóvenes y sindicalismo.
Las dificultades de los sindicatos para llegar a los jóvenes son graves y tienen fuertes raíces. Las cuales como sindicalista debería tomarse en serio, en vez de culpabilizarlos e infantilizarlos de esa manera.
Cualquiera con unos mínimos principios clasistas vería con simpatía que haya jóvenes que se unan al MS en vez de engrosar la despolitización masiva. Y entendería que es un factor positivo para que cuando curren se impliquen sindicalmente. Pero el anticomunismo no deja verlo así.
- «Antisindicalismo».
El argumento estrella. Especialmente deshonesto y dañino, pues busca crear un cortafuegos contra toda posible simpatía de militantes sindicales por el MS, incluidos los de su propio sindicato, claro. De nuevo, falta a la verdad.
Si acaso ha existido una excesiva distancia e incomprensión mutua entre buena parte del mundo sindical y el MS. La cual es perniciosa para ambas partes y trabajamos bien en serio para darle la vuelta. Normal que a Arroyo no le guste pero, ¿antisindicales? No cuela y cada vez menos.
Con lo que sí somos críticos es con cierto modelo sindical pactista, burocrático, en la senda sin retorno de la concertación social y férreamente ligado a un partido de gestión capitalista como EH Bildu. ¡Matar así el potencial emancipador del sindicalismo sí que es antisindical!
Como comunistas tenemos una importante y apasionante tarea en torno a la cuestión sindical. Y dentro de ella, el desarrollo de un modelo sindical propio respecto a los contenidos reivindicativos, las formas de lucha y la vinculación entre sindicalismo y revolución.
Como con todas las anteriores acusaciones intoxicadoras que se han vertido sobre el MS, esta también caerá por su peso. De nuevo, el tiempo dirá. Y dirá también dónde empezó y dónde acabará cada uno. Mientras tanto, claridad en los principios y determinación militante. ¡Al tajo!