Introducción
Los gobernantes españoles, ya sean del PP o del PSOE-Sumar, se empeñan en hacernos creer que vivimos en democracia (Plena, tienen la desfachatez de calificarla), que gozamos de un estado de bienestar de los mejores del mundo. Pero la cruda realidad esterca y les escupe a la cara. Este sólo es uno de los muchísimos casos que existen y les retrata.
La noticia
José Antonio Marqués, un vecino de Fabero (León) enfermo de cáncer, comenzó este martes un encierro intermitente en el Ayuntamiento de esta localidad acompañado de una huelga de hambre para exigir que se le conceda una invalidez total frente a la del 33% que tiene reconocida en la actualidad. La pasada semana anunció que si no obtenía respuesta a su demanda este martes iniciaría un encierro indefinido en la casa consistorial, aunque lo hará solo mientras esté abierta al público, hasta la 14:00 horas, por lo que su intención es ir y volver cada día.
Ha asegurado que tiene una cotización de 27 años como encofrador y que desde que cayó enfermo su estado se ha ido agravando y complicándose con otras patologías hasta hacerse terminal. «Quiero morir en casa», dice, donde tiene una cuidadora desde hace un año a la que tiene que pagar. Ha insistido en que las cuentas no le salen y que dada su situación debería contar con una ayuda acorde a su estado de salud.
Además del encierro, Marqués también inició una huelga de hambre. “Solo voy a tomar agua”, explicó.