Vinieron a España desde Gambia, Senegal, Mauritania, Ghana. Entraron en cayuco a Canarias y los trajeron hasta Chiclana. De eso hace en algunos casos, cuatro meses. Piden protección internacional, asilo, pero los papeles no llegan, ni siquiera la cita para solicitarlo. No es el caso de ucranianos que tienen el beneplácito de la Unión Europea.
A estos migrantes africanos se les agota el tiempo. Pronto deberán abandonar Campano, pero necesitan sus papeles, dicen, para poder empezar una nueva vida en Europa.
Los inmigrantes protagonizaron previamente una marcha a pie por Chiclana. Se trata de las personas que se encuentran acogidas en el centro de Campano