Al menos 26 migrantes han muerto calcinados por las llamas en el bosque de Dadia, cercano a la ciudad portuaria de Alejandrópolis, en la región de Evros, en el extremo noreste de Grecia, que vive una de las peores oleadas de incendios este verano. Las autoridades griegas temen que en los próximos días aumente el número de personas muertas en el denso bosque de Dadia, ya que es una zona de paso común para quienes cruzan desde Turquía.