En septiembre de 2022 desconocidos hicieron explotar el gasoducto Nord Stream, que se extiende entre Rusia y Alemania por el Mar Báltico. Ahora, la Fiscalía alemana busca a un ucraniano sospechoso, que podría estar en su país. La prensa germana y polaca ya afirman que Ucrania (y aliados) está detrás de una explosión que cortó el suministro de gas, obligando a varios países de la UE. a comprar, casualmente en EE.UU.
Recordemos que en 2005, el Gobierno alemán del entonces canciller socialdemócrata Gerhard Schröder, junto con el Gobierno ruso del presidente Vladimir Putin, firmaron una declaración de intenciones para construir el gasoducto Nord Stream 1, con el objetivo de transportar gas ruso a través del Báltico hasta Alemania, evitando países de tránsito.
En 2006, se fundó Nord Stream AG para planificar e implementar el proyecto. Colaboraron la empresa rusa Gazprom y varios proveedores de energía europeos.
En 2010, comenzó la construcción del Nord Stream 1. El gasoducto, de doble tubería, con 1.224 kilómetros de longitud cada una, conecta Víborg, en Rusia con Lubmin, en Mecklemburgo-Pomerania Occidental.
Entre 2011 y 2012 se pusieron en marcha ambas tuberías para suministrar gas a Europa durante al menos 50 años. El coste de la construcción, según Nord Stream AG, fue de 7,4 mil millones de euros.
El 26 de septiembre de 2022, se produjeron explosiones en ambos gasoductos, cerca de la isla danesa de Bornholm. Alemania, Dinamarca y Suecia comenzaron a investigar el sabotaje.
En 2023, el periodista de investigación estadounidense Seymour Hersh afirmó que Estados Unidos y Noruega habían sido los responsables. Sin embargo, no se pudo aportar ninguna prueba.
En agosto de 2024, la Fiscalía polaca dijo haber recibido una orden de detención europea de la Fiscalía alemana para arrestar a un sospechoso, el ucraniano Volodimir Z., que según informaciones polacas, ya habría partido a principios de julio de Polonia a Ucrania. Una trama que no quiere descubrir a los verdaderos responsables políticos del acto terrorista.
DW/insurgente