Uno de los tantos deméritos de la llamada «Transición», es haber prostituido el lenguaje hasta límites inconcebibles. Por lo que el concepto «Golpe de Estado» contra un gobierno legítimo, no se aplica, pese a que es evidente y demostrado que así fue. Tras el uso en el franquismo de la culpabilidad de los rojos y la palabra «Alzamiento nacional» sustituyó a la verdad de los hechos. La llamada transición quiso luego consensuar, poner en el mismo plano, democracia (burguesa) y fascismo, y habló de «guerra entre hermanos», que «en los dos bandos se hicieron atrocidades» etc. etc. La guerra fue provocada por las malas inteligencias de unos y otros y ganaron los nacionales y punto, dicen. No es un desliz histórico, es la necesidad del tardo-franquismo para postergar el dominio de la clase burguesa y su ideario político, eso sí, maquillado. Siguen vivos y se presentan a las elecciones.