Catorce grupos palestinos, entre ells las históricamente enfrentadas Hamás y Fatah, firmaron un acuerdo en la cumbre de reconciliación en China que incluye formar “un Gobierno de unidad nacional temporal” con autoridad sobre todos los territorios palestinos (Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este), según un comunicado emitido por Hamás.
Este Gobierno se formaría bajo el consenso de las 14 organizaciones palestinas firmantes y la decisión del presidente, y se regiría por la Ley Básica Palestina, según el texto.
Así lo acordaron los grupos, entre los que se incluyen también la Yihad Islámica, el Frente Popular para la Liberación de Palestina (PFLP) o el Frente Democrático para la Liberación de Palestina (DFLP), para “unificar los esfuerzos nacionales” que pongan fin a la guerra en Gaza y la agresión (israelí).
“Las facciones palestinas dan la bienvenida a la opinión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que confirmó la ilegalidad de la presencia, ocupación y asentamiento” israelí en Cisjordania y Jerusalén este, recoge el comunicado de Hamás en su apertura.
El viernes, la CIJ calificó como “ilegal” la ocupación israelí en estos territorios palestinos a la vez que el Estado hebreo se otorgaba poderes administrativos en la “zona B” de Cisjordania, hasta entonces completamente administrada por la Autoridad Palestina.
Los firmantes se comprometieron a mantener la implementación de estos acuerdos “para acabar con la división” entre ellas, que se lograron gracias al rol mediante de Egipto, Algeria, China y Rusia.
Entre los objetivos comunes planteados se encuentra el establecimiento de un Estado palestino independiente con capital en Jerusalén (un propósito que los grupos ya sostenían de forma individual) acorde a las resoluciones internacionales, especialmente a la 181 y 2334.
La primera, de 1947, es la que designaba la partición de Palestina en un Estado árabe, otro judío y una parte bajo administración internacional; mientras que la segunda, de 2016, constituye la declaración como “ilegal” por parte de la ONU del establecimiento de asentamientos israelíes en territorios palestinos ocupados.
Las facciones revindicaron “el derecho del pueblo palestino a resistir a la ocupación” de acuerdo al derecho internacional, Naciones Unidas y el derecho a la autodeterminación, así como a “resistir y frustrar” los intentos israelíes de desplazar a la población palestina.
El último punto al que hace alusión Hamás es al compromiso común de los grupos para tratar de poner fin al “bárbaro asedio” de Gaza y Cisjordania, así como asegurar la entrada de ayuda humanitaria y médica “sin restricciones ni condiciones”.
Estos acuerdos constituyen un nuevo intento de reconciliación entre las facciones, especialmente entre la islamista Hamás y la secular Fatah, enfrentadas desde 2007.
Entonces, Hamás echó a Fatah a la fuerza de Gaza tras el fracaso de un gobierno de unidad nacional surgido después de que los islamistas triunfaran en las legislativas el año anterior.
Desde la fractura, los últimos años ha habido varios intentos de diálogo infructuosos entre Fatah, que controla la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Hamás y otros grupos como la Yihad Islámica.
A través de la ANP, los seculares gobiernan en Cisjordania, donde su poder se ve cada vez más limitado ante el avance de la ocupación israelí, que este año ha declarado como estatales más de 2.300 hectáreas del enclave, batiendo todos los récords.
Además, la ANP y el presidente, Mahmud Abás, son cada vez más impopulares en el territorio, acusados de nepotismo, autoritarismo y corrupción.