A primeros de febrero, Ikasle Abertzaleak convocó a una huelga estudiantil para este 13 de marzo. Llegado el día, miles de estudiantes la han secundado en las cuatro provincias de Hego Euskal Herria (sur del País Vasco).
Se han llevado a cabo cuatro manifestaciones, una en cada capital de las cuatro provincias (Bilbo, Iruñea, Gasteiz y Donostia). Las movilizaciones han sido masivas, con miles de personas, como ha quedado dicho, exponiendo sus reivindicaciones por sus calles contra el fascismo y a favor de los intereses de los estudiantes trabajadores.
Ikasle Abertzaleak ha denunciado que las “ideas reaccionarias” se están extendiendo por toda la sociedad. Consideran que “el fascismo está ganando fuerza en las calles, en las redes sociales y en las instituciones. En los últimos meses, hemos observado un aumento significativo de la presencia del machismo y el racismo, promovidos tanto por figuras conocidas en redes sociales como por partidos políticos de extrema derecha”.
Y han añadido que el sistema educativo no está “exento” de esto, que más bien “es parte del problema. Ejemplos claros de ello son los profesores agresivos y fascistas que han salido a la luz en las últimas semanas”. Y subrayan que “si se han tomado medidas ha sido gracias a las luchas que han llevado a cabo los estudiantes organizados”, por lo que “no podemos normalizar estas tendencias y nosotros, los estudiantes, debemos estar en la primera línea, porque el sexismo o el racismo no tienen cabida en la educación”.
IA considera, también, que “la situación de los estudiantes trabajadores cada vez es peor”. Por una parte, la segregación está “aumentando”; se está encareciendo los estudios; y los problemas con la carga de trabajo, las matrículas y los gastos hacen especial mella a quienes menos recursos económicos tiene. “Los estudiantes más pobres sufren todo esto de forma más severa”, aseguran, “de esta forma queda claro que el sistema educativo es clasista”. En este aspecto, subrayan que “A pesar del empeoramiento cada vez mayor de las condiciones de los estudiantes trabajadores, las empresas siguen interviniendo en la educación”.
Y si denuncia esto es porque tienen sobrados argumentos para hacerlo: “La manifestación más extrema de esta situación es, como hemos señalado en más de una ocasión, que la UPV/EHU ofrece formación a través de empresas y centros de investigación del estado genocida de Israel”. También señalan el “creciente” control social que sufre el estudiantado: “Somos los reprimidos quienes nos organizamos independientemente para revertir esta cruel situación; En otras palabras, la militancia política es el blanco de los ataques”.
Ante esta desfavorable situación, su opción no puede ser otra que recurrir a la organización, como ya lo están haciendo de un tiempo ya largo a esta parte. Y se organizan porque, dicen: “tenemos claro que los partidos políticos que dependen de los intereses de los empresarios no son una alternativa real. Hemos optado por organizarnos dejando todo eso de lado”.
En definitiva, lo que proponen como solución al problema es “una educación que fomente el libre desarrollo y el pensamiento crítico de los estudiantes, que garantice el derecho real a aprender el euskera, que esté bajo el control de los trabajadores y sea gratuita, de calidad y universal, es decir, un sistema educativo socialista”. Y añaden: “Esto es lo que pretenden lograr cada uno de los procesos y dinámicas de lucha que se han puesto en marcha”.
Luchan, pues, “contra el fascismo y a favor de los intereses de los estudiantes”. E insisten: “Debemos avanzar hacia el logro de una educación gratuita, de calidad y universal”. Para finalizar, han convocado a los estudiantes: “Llamamos a los estudiantes a luchar y organizarse con nosotros”.
Hoy han vivido una importante jornada de lucha; pero no se detienen, conscientes de lo mucho que falta por hacer, continúan.

Bilbo:
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