Este lunes 11 de setiembre, Chile recuerda el quincuagésimo aniversario del golpe de Estado dirigido desde EE.UU y que marcó el inicio de la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990). En la mañana de este domingo los carabineros reprimieron una marcha por los DD.HH en las inmediaciones de La Moneda, donde se recordaban los abusos cometidos durante la dictadura.
Miles de manifestantes de organizaciones de izquierda marcharon este domingo por las calles de Santiago y en varios tramos de la movilización debieron enfrentar, como ocurre siempre, el acoso y la represión de los carabineros, sobre todo cuando se acercaron a la casa de Gobierno. Carabineros que sí dejaron pasar sin incidentes otra marcha de carácter oficialista, integrada por partidos y agrupaciones que comparten cargos en el gobierno de Boric, quien se sumó junto con el represor juez español Baltasar Garzón a la caminata.
Videos de Radio Plaza de la Dignidad:
Acto de repudio a la intervención de EEUU en el golpe civil militar de septiembre 1973
Chile/Santiago. Organizaciones sociales protestan en embajada de Estados Unidos por su financiamiento y participación en golpe de Estado de 1973
Este domingo 10 de septiembre, a las 09.00 horas, en Avenida Andrés Bello 2800, Providencia, representantes y dirigentes de diversas organizaciones sociales y de Derechos Humanos realizan una protesta en la embajada de Estados Unidos en Santiago debido al comprobado financiamiento y participación de ese país en el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, cometido contra el Gobierno de Salvador Allende, constitucionalmente legítimo.
En la acción, los dirigentes sociales agrupados en la Plataforma Anticapitalista y Popular, leen la siguiente declaración:
Venimos a acusar a Estados Unidos de financiar y participar estratégicamente en el golpe de Estado de 1973 en Chile. Denunciamos su intromisión asesina en nuestro país mucho antes del golpe, durante el golpe y hasta nuestros días.
Venimos a acusar a Estados Unidos de intervenir directamente, una y otra vez, como maldición, en los asuntos internos de Chile para beneficio propio y de la minoría rica chilena.
Acusamos a Estados Unidos, a su Departamento de Estado, a sus instituciones de inteligencia, a su industria bélica y cultural de la muerte, a sus criminales a pago y a sus millones de dólares, de convertir a nuestro país en un colonia dependiente, empobrecida, condenada a la súper explotación de sus clases trabajadoras y populares, y al saqueo y destrucción sin remedio de la naturaleza.
Nos solidarizamos con las clases oprimidas, los afroestadounidenses, latinos y trabajadores pobres de Norteamérica. Nos hermanamos con la humanidad sencilla que usa el Imperio gringo como carne de cañón para imponer sus guerras genocidas contra los pueblos del mundo que luchan por su independencia y que tienen el infortunio de vivir sobre bienes comunes codiciados por el Estado corporativo de Estados Unidos, por sus monopolios económicos y financieros.
En el nombre de nuestras luchadoras y luchadores sociales que han caído y van con nosotros; en el nombre de la causa política anticapitalista y antiimperialista que condujo sus vidas y combates; condenamos las políticas supremacistas, coloniales, guerreristas y racistas de una elite internacional despiadada que impone el terrorismo de Estado, la prisión, la tortura y el asesinato en masa sobre el género humano para mantener sus privilegios.
La embajada de Estados Unidos en Chile representa todo aquello que prohíbe nuestra libertad y la posibilidad de crear una sociedad que despliegue sus potencias creativas, con trabajo seguro y salarios justos, vivienda y abrigo dignos, soberanía alimentaria y energética, y con derechos sociales básicos garantizados. La embajada de Estados Unidos representa el principal obstáculo para que la gente común de nuestro territorio pueda organizar la vida por sí misma.
Por eso el Departamento de Estado de Estados Unidos y sus mandarines, desde mucho antes del golpe de Estado del 73, y al igual que en otros países de Latinoamérica y el mundo, financió y planificó detalladamente la aparición de bandas fascistas, la propaganda mediática contra los derechos populares, las acciones de sabotaje, la compra de representantes gremiales, de políticos, del alto mando de las Fuerzas Armadas y las policías, del sicariato, del lumpen-empresariado.
Estados Unidos no puede tolerar la autodeterminación de los pueblos. Sus intereses inhumanos no se lo permiten.
A 50 años del golpe de Estado en Chile, venimos a acusar a Estados Unidos de financiar y participar en el peor crimen cometido contra nuestro pueblo y su historia: intentar someternos como esclavos.
Sin embargo, la rebeldía popular no duerme. Su inteligencia, valor e imaginación persiste, se reagrupa, saca lecciones, vuelve a convertirse en fuerza social transformadora.
Cualquier día, los oprimidos establecerán las coordenadas del futuro. Entonces este edificio enemigo y blindado será la prehistoria, un museo del espanto clausurado por orden popular.
Plataforma Anticapitalista y Popular
Resumenlatinoamericano
Septiembre 10 de 2023