«Los comerciantes estadounidenses del GNL, cuyo precio era exorbitante, apenas habían abandonado Grecia cuando llegó el comprador: nada menos que el jefe del régimen reaccionario y corrupto de Ucrania, quien, junto con EE. UU., la OTAN y la UE, ha arrastrado a su propio pueblo al baño de sangre con Rusia que ha durado casi cuatro años.»
Lo mismo ocurrirá con el acuerdo energético firmado hoy, bajo la supervisión del embajador estadounidense, junto con la transformación general de nuestro país en un centro energético y de transporte, así como con los acuerdos comerciales que se están planificando en torno a la “reconstrucción” de la devastada Ucrania, ante lo cual los grupos empresariales griegos ya se frotan las manos de anticipación. Mientras tanto, persisten las dudas sobre qué más se discutió en relación con el envío continuo de equipo militar al régimen de Zelensky.
Así es, al fin y al cabo, como se consiguen las “calificaciones” de las casas de evaluación —que el Primer Ministro celebra—: calificaciones que no aportarán ninguna mejora a la vida de la gente y, en cambio, señalarán nuevos ataques contra sus derechos y “recortes” a sus necesidades para poder mantenerlos.
El pueblo y la juventud darán su respuesta a la política de enredo bélico y a la ofensiva antipopular —así como a la provocativa prohibición de reuniones decidida por el gobierno para dar la bienvenida al títere euroatlántico Zelensky— mediante su participación masiva en la marcha antiimperialista de mañana hacia la Embajada de Estados Unidos, que conmemora el 52º aniversario del levantamiento de la Politécnica.
P.D.: Es verdaderamente indignante que el gobierno utilice la invasión y ocupación turca de Chipre como pretexto para apoyar al gobierno reaccionario de Zelensky y promover planes euroatlánticos, justo cuando apoya al estado conquistador y terrorista de Israel, que utiliza los mismos métodos que Turquía, como los asentamientos ilegales.”
KKE
