Varias agencias federales, incluidas Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), una división del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), el FBI, la Administración de Control de Drogas, el Servicio de Impuestos Internos y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), llevaron a cabo una redada masiva de inmigración en el campus Metaplant America de Hyundai Motor Group en Ellabell, Georgia.
Según HSI, la redada fascista resultó en el secuestro de 475 trabajadores. En una conferencia de prensa el viernes, Steven Schrank, agente especial a cargo de HSI en Georgia, afirmó que se trataba de la mayor redada en un solo lugar en la historia de la agencia.
Schrank afirmó que los trabajadores habían entrado ilegalmente a Estados Unidos, se habían quedado más tiempo del permitido por sus visas o estaban violando sus visas al trabajar. Afirmó que la mayoría de los arrestados eran de Corea y que ya habían sido trasladados a un campo de concentración del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Folkston, Georgia.
La redada del jueves es la última de una serie de redadas masivas en lugares de trabajo a principios de este año, incluyendo redadas en plantas empacadoras de carne en Iowa , una obra de construcción de viviendas para estudiantes en Florida y múltiples operativos del ICE frente a locales de Home Depot en el condado de Los Ángeles. Estas redadas a gran escala en lugares de trabajo desmienten las afirmaciones de Trump de que las operaciones de la policía de inmigración están dirigidas a «criminales» y «asesinos».
La redada de Hyundai en Georgia marca una nueva etapa en la ofensiva contra la clase trabajadora. Se utilizan órdenes judiciales endebles y chovinismo antiinmigrante para justificar redadas masivas, detenciones y deportaciones.
La redada expone el fraude de las burocracias sindicales, que responden a los ataques más descarados con declaraciones evasivas sobre la «carga de trabajo» mientras se niegan a convocar huelgas. Su función no es defender a los trabajadores, sino reprimir la lucha de clases y preservar sus propios privilegios alineándolos con el Partido Demócrata, tan comprometido como Trump con las deportaciones masivas, el capitalismo y la guerra.
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