En el día de ayer se conoció que Hungría quedará exenta de aplicar el tope al precio del petróleo ruso acordado por la UE y el G7. Una vez más queda patente que la «U» de la UE no lo es tanto. Al tiempo que anunciaba la medida, el ministro de Asuntos Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto, criticó la iniciativa y manifestó que ya «es hora» de que Bruselas se dé cuenta de que tales medidas «dañan más a la economía europea».
Rusia por su parte ha reaccionado suprimiendo la venta de crudo a todos los países que han suscrito el acuerdo. Esto obligará a estos a acudir al mercado donde les esperan unos precios mucho mayores. Además, en la última reunión de la OPEP se ha decidido mantener los recortes a la extracción de petróleo iniciados en noviembre. Se esperaba incluso un nuevo recorte en respuesta al tope impuesto al gas ruso; cosa que no ha ocurrido, pero que no se descarta que pueda sobrevenir en la próxima reunión de febrero o incluso antes.