Ucrania anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con Nicaragua tras la decisión de Managua de reconocer la soberanía rusa sobre los territorios de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia, Jersón y Crimea. El Ministerio de Exteriores de Kiev calificó el gesto del gobierno de Daniel Ortega como un ataque directo a la integridad territorial de Ucrania y subrayó que la medida confirma la alineación de Nicaragua con Moscú en el actual contexto de guerra. La tensión diplomática, que ya venía acumulándose, alcanza así un punto de no retorno, con el cierre oficial de los vínculos bilaterales.
El gobierno nicaragüense había expresado abiertamente su apoyo a Rusia en foros internacionales y en votaciones de la ONU, lo que debilitó progresivamente la relación. Para Ucrania, este paso consolida un bloque de países latinoamericanos cercanos al Kremlin.