El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, el socialdemócrata Josep Borrell, dijo ayer que la seguridad europea depende de la de Ucrania durante una visita a este país, que incluyó también un viaje a la zona del conflicto en el este. «El conflicto en la frontera entre Rusia y Ucrania está a punto de agravarse y las tensiones se han ido acumulando», advirtió el jefe de la diplomacia europea desde Stanitsa Lugánskaya, una localidad en la línea de contacto entre el Ejército ucraniano y las milicias separatistas prorrusas, que llevan en combate desde el año 2014.
Borrell, quien durante la visita al este de Ucrania estuvo acompañado por el ministro de Exteriores, Dmytro Kuleba, señaló que Rusia «ha estado concentrando tropas y equipamiento de un modo muy inusual». Agregó asimismo que «eso sucedió muy rápido» y que la UE, Estados Unidos y la OTAN trabajan para reducir las tensiones en la región.
Enseguida agregó que una eventual agresión militar contra el país tendría «graves consecuencias», una advertencia que también se hizo desde la Alianza Atlántica, que discutirá este viernes la situación en torno a Ucrania en una reunión extraordinaria de sus ministros de Exteriores. Borrell remarcó que cualquier propuesta rusa para modificar la arquitectura de seguridad europea debe discutirse con la participación de Bruselas y de Kiev.
«Se han presentado dos documentos en los que Rusia habla de la seguridad europea, pero ya no estamos en tiempos de la Conferencia de Yalta», dijo en referencia a los acuerdos pactados tras el fin de la Segunda Guerra Mundial que establecieron un nuevo orden mundial.
Recordemos que la OTAN y EE.UU están usando el territorio de Ucrania como base militar para amenazar a Rusia, y que ésta he desplegado SU tropa en SU territorio, pese a que el aparato mediático occidental sea altavoz e la OTAN y hable de una «invasión» de Rusia a Ucrania.