El presidente de Telefónica, Álvarez-Pallete, se mostró eufórico al anunciar lo que para la empresa es «el despliegue más ambicioso de la Unión Europea» y «Telefónica se convierte así en el líder de la hiperconectividad» en el continente. Tres cuartas partes de los españoles tendrán la opción de conectarse a la red 5G des este operador antes de que finalice 2020. El despliegue no busca tanto la cobertura geográfica como la poblacional, ámbito en el que se adquiere el compromiso de alcanzar a un 75% de los españoles. Esto se conseguirá gracias a la implantación de la red en todas las grandes ciudades, las de por encima de 50.000 habitantes, donde se habilitarán varios nodos de conexión.
La propia OMS está realizando una evaluación de riesgos para la salud por exposición a radiofrecuencias con más detalle que se publicará en 2022
ECOLOGISTAS EN ACCIÓN
(24.01.2020)
Las empresas de telecomunicaciones mundiales, con el apoyo de los gobiernos, han comenzado el despliegue de la red inalámbrica de quinta generación (5G) sin garantías para la salud pública y el medio ambiente. La implantación del 5G incrementará masivamente la exposición a la radiación de radiofrecuencia (RF) de las telecomunicaciones acumulándose a la ya existente con las actuales redes 2G, 3G, 4G y wifi.
Para transmitir las enormes cantidades de datos requeridos para Internet, la tecnología 5G, cuando esté completamente implementada, utilizará ondas milimétricas, que penetran poco en el material sólido. Esto requerirá que cada operador instale estaciones base cada 100 metros en las áreas urbanas de las ciudades, utilizando el mobiliario urbano público: farolas, marquesinas, semáforos, etc. También se lanzarán al espacio miles de satélites que rodearán la Tierra a diferentes altitudes para diversos fines de telecomunicaciones, pero principalmente para la entrega de Internet. Los astrónomos hacen una llamada en la que advierten que un número tan grande de objetos emisores de radio podría hacer imposible la radioastronomía y piden evitar que el desarrollo tecnológico sin un control serio convierta la práctica de radioastronomía en una antigua ciencia extinta.
La radiación de radiofrecuencias ha demostrado ser perjudicial para los seres humanos y el medio ambiente. La Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC) y el Consejo de Europa, entre otros organismos, han advertido ya de los riesgos de la exposición a radiofrecuencias, así como de la especial vulnerabilidad a dicha exposición de las personas electrohipersensibles, niñas y niños, embarazadas y personas de edad avanzada o con enfermedades crónicas. El despliegue del 5G constituye un temerario experimento sobre la humanidad y el medio ambiente.
Ecologistas en Acción pide al nuevo Gobierno que tenga en cuenta las observaciones y requerimientos de la Resolución del Defensor del Pueblo de 21 de agosto de 2019, en la que reconoce que la implantación de la tecnología 5G en nuestro país no ha sido objeto de evaluación ambiental previa. No se ha hecho oficialmente una evaluación ambiental previa del Plan 5G ni de los proyectos piloto derivados del mismo. Tampoco se ha justificado la negativa del Ministerio de Economía y Empresa a hacerla, y ello a pesar de que diversas asociaciones lo solicitaron durante el trámite de información pública del Plan 5G. En este sentido el Defensor del Pueblo destaca que el Ministerio, a través de su Secretaría de Estado para el Avance Digital, ha ignorado diversos artículos de la Ley 21/2013, de Evaluación Ambiental, evitando consultar el borrador del Plan 5G y los borradores de los proyectos piloto 5G al órgano ambiental correspondiente.
Además, como reconoce el Defensor del Pueblo, en los proyectos piloto que se están llevando a cabo se va a utilizar una banda de frecuencias para la cual aún no se han fijado los límites de exposición seguros, lo que es algo totalmente opuesto al principio de precaución. Y apunta a que tampoco se ha prestado una atención especial a las personas electrosensibles ni en el Plan 5G ni en los Proyectos Piloto como pide el Defensor de Pueblo y determina la Resolución 1815 del Consejo de Europa.
Como consecuencia de lo anterior, Ecologistas en Acción pidió al Ministerio de Economía y Empresa la revisión de oficio del Plan Nacional 5G y de todos los actos que se han aprobado en desarrollo del mismo. El plan no tiene la preceptiva evaluación ambiental estratégica ni una evaluación de impacto en la salud.
Varios organismos internacionales están evaluando la exposición humana en el próximo escenario de exposición 5G, a la vez que científicas y científicos de la NTP analizan esta tecnología. Por ello Ecologistas en Acción, junto con miles de personas de todo el mundo, exigen a los gobiernos que se paralice el despliegue de esta red inalámbrica mientras no se demuestre que este producto es inocuo.
Redes 5G: Científicos y médicos de 36 países, advierten de efectos graves en la salud
Nosotros, los abajo firmantes, más de 180 científicos y médicos de 36 países, recomendamos una moratoria para el despliegue de la quinta generación de telecomunicaciones, 5G, hasta que los peligros potenciales para la salud humana y el medio ambiente hayan sido investigados por científicos independientes de la industria. La 5G aumentará notablemente la exposición a los campos electromagnéticos (CEM) de radiofrecuencia (RF) respecto de la 2G, 3G, 4G, WIFI, etc. ya existentes. Los CEM de RF han demostrado ser perjudiciales para los seres humanos y el medio ambiente.
La 5G conduce al aumento masivo de la exposición obligatoria a la radiación inalámbrica
La tecnología 5G es efectiva sólo a corta distancia. Se transmite mal a través de material sólido. Se requerirán muchas antenas nuevas y la implementación a gran escala resultará en antenas cada 10 a 12 casas en áreas urbanas, aumentando así masivamente la exposición obligatoria.
Con “el uso cada vez más extenso de tecnologías inalámbricas”, nadie puede evitar exponerse. Debido a que añade un número creciente de transmisores 5G (incluso dentro de la vivienda, los comercios y los hospitales) estimándose de”10 a 20 mil millones de conexiones” (refrigeradores, lavadoras, cámaras de vigilancia, automóviles y autobuses, etc.) que serán parte del Internet de las Cosas. Todos estos factores pueden provocar un aumento sustancial de la exposición total a largo plazo a los ciudadanos de la UE.
Los efectos nocivos de la exposición a los CEM de RF ya están probados
Más de 230 científicos de más de 40 países han expresado sus “serias preocupaciones” con respecto a la omnipresente y creciente exposición a los CEM generados por dispositivos eléctricos e inalámbricos ya antes del lanzamiento adicional de la 5G. Se refieren al hecho de que “numerosas publicaciones científicas recientes han demostrado que los CEM afectan a los organismos vivos a niveles muy inferiores a las directrices internacionales y nacionales”. Los efectos incluyen aumento del riesgo de cáncer, estrés celular, aumento de los radicales libres dañinos, daños genéticos, cambios estructurales y funcionales del sistema reproductivo, déficit de aprendizaje y memoria, trastornos neurológicos e impactos negativos en el bienestar general de los seres humanos. Los daños van mucho más allá de la raza humana, ya que hay evidencia creciente de efectos nocivos tanto para los animales como para las plantas.
Después de que el llamamiento de los científicos fuera escrito en 2015, investigaciones adicionales han confirmado convincentemente serios riesgos para la salud de los CEM de RF de la tecnología inalámbrica. El mayor estudio del mundo, realizado por Programa Nacional de Toxicología (NTP) de EEUU (25 millones de dólares USA), muestra un aumento estadísticamente significativo en la incidencia de cáncer cerebral y cardíaco en animales expuestos a los CEM por debajo de los criterios de la ICNIRP (Comisión Internacional sobre Protección contra las Radiaciones No Ionizantes) seguidos por la mayoría de los países. Estos resultados apoyan los resultados en los estudios epidemiológicos humanos sobre la radiación de RF y el riesgo de tumor cerebral. Un gran número de informes científicos revisados entre pares (peer-reviewed) demuestran daños a la salud humana por los CEM.
La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), la agencia sobre el cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS), concluyó que los CEM de frecuencias de 30 KHz a 300 GHz son posiblemente carcinógenos para los seres humanos (Grupo 2B). Sin embargo, nuevos estudios como el estudio NTP mencionado anteriormente y varias investigaciones epidemiológicas, incluyendo los últimos estudios sobre el uso de teléfonos móviles y los riesgos de cáncer cerebral, confirman que la radiación CEM de RF es cancerígena para los seres humanos.
La Guía EUROPAEM sobre CEM de 2016 establece que “existe una fuerte evidencia de que la exposición a largo plazo a ciertos CEM es un factor de riesgo para enfermedades como ciertos tipos de cáncer, enfermedad de Alzheimer e infertilidad masculina… Los síntomas comunes de EHS (hipersensibilidad electromagnética) incluyen cefaleas, dificultades de concentración, problemas del sueño, depresión, falta de energía, fatiga y síntomas similares a la gripe”.
Una parte cada vez mayor de la población europea se ve afectada por síntomas de salud que durante muchos años han estado relacionados con la exposición a campos electromagnéticos y la radiación inalámbrica en la literatura científica. La Declaración Científica Internacional sobre EHS y Sensibilidad Química Múltiple (MCS), Bruselas 2015, declara que: “Atendiendo a nuestro conocimiento científico actual, de este modo, insistimos a todos los organismos e instituciones nacionales e internacionales, en particular a la Organización Mundial de la Salud (OMS), a que reconozcan la EHS y la SQM como condiciones médicas verdaderas, las cuales, actuando como enfermedades centinela, pueden crear un importante problema de salud pública en los próximos años en todo el mundo, es decir, en todos los países que aplican el uso ilimitado de las tecnologías con base en campos electromagnéticos inalámbricos y sustancias químicas comercializadas … La inacción es un costo para la sociedad y no puede seguir siendo una opción … reconocemos por unanimidad este grave peligro para la salud pública que requiere urgentemente del reconocimiento de esta condición en todos los niveles internacionales,… y, por encima de todo, que se adopten y prioricen las medidas importantes de prevención primaria, para enfrentar esta pan-epidemia global en perspectiva”.
Precauciones
El Principio de Precaución (UNESCO) fue adoptado por la UE en 2005: “Cuando las actividades humanas pueden desembocar en un peligro moralmente inaceptable, científicamente posible pero incierto, se deben adoptar medidas para evitar o disminuir ese peligro”.
La Resolución 1815 (Consejo de Europa, 2011): “Tomar todas las medidas razonables para reducir la exposición a los campos electromagnéticos, especialmente a las radiofrecuencias emitidas por los teléfonos móviles, y en particular la exposición en niños y jóvenes, para quienes el riesgo de tumores de la cabeza parece mayor … la Asamblea recomendó la aplicación del principio ALARA (as low as reasonably achievable), es decir, el nivel tan bajo como sea razonablemente posible, teniendo en cuenta no sólo los llamados efectos térmicos, sino también los efectos atérmicos [no térmicos] o biológicos de la emisión o radiación de campos electromagnéticos” y “mejorar los criterios de evaluación de riesgos y la calidad de la evaluación mediante la creación de una escala estándar de riesgos”.
El Código de ética médica de Nuremberg (1949) se aplica a todos los experimentos en seres humanos, por lo que incluye el despliegue de la 5G con la nueva exposición a los CEM de RF. Todos estos experimentos deben diseñarse y basarse “en los resultados obtenidos mediante la experimentación previa con animales y el pleno conocimiento de la historia natural de la enfermedad o del problema en estudio, de modo que los resultados anticipados justifiquen la realización del experimento (….) No debe realizarse experimento alguno cuando hay una razón a priori para suponer que puede ocurrir la muerte o una lesión irreparable; excepto, quizá, en los experimentos en los que los médicos investigadores son también sujetos de experimentación.” (Código de Nuremberg puntos 3 y 5). Los estudios científicos ya publicados muestran que hay “una razón a priori para suponer ” riesgos reales para la salud.
La Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA) está alertando sobre “El riesgo de radiación de los dispositivos de uso cotidianos”, a pesar de que la radiación esté por debajo de las normas de la OMS / ICNIRP. La AEMA también concluye: “Existen numerosos ejemplos en el pasado que por no utilizar el principio de precaución, condujeron a serios perjuicios, y a menudo irreversibles, sobre la salud y sobre el medio ambiente… las exposiciones nocivas podrían extenderse antes de que existan evidencias «categóricas» por las exposiciones a largo plazo, así como de una comprensión biológica [mecanismo] del daño que puedan causar”.
“Las Directrices de Seguridad” protegen a la industria, no a la salud
Las actuales “directrices de seguridad” de la ICNIRP están obsoletas. Todas las evidencias de daño mencionadas anteriormente surgen aunque la radiación esté por debajo de dichas “directrices de seguridad” de la ICNIRP. Por lo tanto, son necesarias nuevas normas de seguridad. La razón de las directrices engañosas es que “el conflicto de intereses de los miembros de la ICNIRP, debido a sus relaciones con las industria de las telecomunicaciones o de las eléctricas, socavan la imparcialidad que debe regir la regulación de las Normas de Exposición Pública para las radiaciones no ionizantes … Para evaluar los riesgos de cáncer es necesario incluir científicos con competencia en medicina, especialmente en oncología”.
Las actuales directrices de la ICNIRP / OMS para EMF se basan en la hipótesis obsoleta de que “el efecto fundamental de la exposición a los CEM de RF de relevancia para la salud y la seguridad humanas es el calentamiento del tejido expuesto”. Sin embargo, los científicos han demostrado que muchos tipos diferentes de enfermedades y efectos nocivos se producen sin calentamiento (“efecto no térmico”) a niveles de radiación muy por debajo de las directrices de la ICNIRP.
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