El gobierno de Estados Unidos denegó la licencia que Serbia requería para continuar operando su principal refinería, la NIS de Pancevo —de propiedad mayoritaria rusa—, precipitando su inminente cierre y encendiendo las alarmas sobre el abasto de combustibles en el país balcánico, confirmó este martes el presidente, Aleksandar Vucić.
El mandatario calificó la decisión como “sorprendente” y “decepcionante”, al señalar que Washington rechazó autorizar el suministro de crudo mientras Moscú busca comprador para su participación en la Industria Petrolera de Serbia (NIS), informó Euronews.
“Esperábamos una licencia del gobierno estadunidense para seguir abasteciendo a nuestra refinería. No hemos recibido una respuesta positiva. No veo qué ganaron con ello”, lamentó Vucić.
Vucić sostuvo que Rusia no tiene intención de vender NIS y que el trasfondo de la medida es eminentemente político. Además recordó que la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), responsable de aplicar sanciones financieras, no dio indicios de reconsiderar su postura. “Están en su derecho, son los propietarios”, indicó, en referencia al peso de la propiedad rusa bajo el entramado sancionatorio de EU.
El presidente adelantó que la ministra de Energía, Dubravka Dedović Handanović, notificará a la compañía que deberá detener operaciones. La planta pierde cerca de 370 mil euros diarios bajo las restricciones actuales, un escenario insostenible para el Estado serbio, que ya autorizó un plazo formal de 54 días para el cierre desde la entrada en vigor de las sanciones.
Con la refinería paralizada, Serbia se adentra en un terreno incierto, atrapada entre la dependencia energética de capital ruso y la presión regulatoria de Washington, mientras su gobierno busca alternativas para evitar un desabasto que podría desestabilizar aún más a su economía.
