Según un informe publicado por el portal ucraniano Ivasi, el grupo de los buques de la OTAN incluye el dragaminas español M35 Duero, el francés M645 Orion, el búlgaro Tsibar, el vicealmirante rumano Constantin Balescu, el italiano M5556 Alghero y el buque de apoyo griego A470 Aliakmon.
No es la primera vez que Rusia es víctima de una provocación semejante. Ya el Centro de Control de Defensa Nacional ruso ha puesto en marcha el monitoreo continuo de un grupo de buques de guerra de la OTAN que ingresó al mar Negro.
Dicho Centro informó ayer mismo que “Las fuerzas y capacidades de la Flota del mar Negro han comenzado a monitorear continuamente el grupo naval de contramedidas de minas de la OTAN que ingresó al mar Negro el 29 de octubre de 2020”.
El Gobierno ruso ha denunciado, en reiteradas ocasiones, la expansión militar de las fuerzas de la OTAN, encabezadas por EE.UU., cerca de sus fronteras, advirtiendo que tales medidas suponen una amenaza directa para su seguridad nacional y, por tanto, se reserva el derecho de dar una respuesta contundente a cualquier agresión o violación de su soberanía sea aérea o marítima.
Hasta el momento, según parece, el Ejecutivo presidido por Vladimir Putin no ha tomado ninguna medida ante el ingreso de los buques de guerra, sin embargo, se cree de manera fehaciente que esta es otra (la enésima) provocación dirigida contra Rusia.